miércoles, 12 de diciembre de 2012

...despertar ver un horizonte tan lejano, nublado, y la soledad a mis espaldas, de pronto me invaden los recuerdos que hacer, que pensar, como seguir, o mejor como sobre vivir en esta tiniebla llena de vacíos  de añoranzas de esperanzas muy vagas en este preciso momento... como, ¿como renunciar ante tan grandes ilusiones?, ¡como! si seguir mas ya no puedo.
he divagado mucho, me he cuestionado una y mil veces respecto a esta desolación  no he hallado ni siquiera una ambigua respuesta, he escuchado mil frases, mis palabras que las dicen no se si es por que las sienten o porque es la norma de o la etiqueta en estas circunstancias, ¿como saberlo? pero es algo que no me quita el sueño, solo anhelo hallarle una respuesta quizá una palabra que por lo menos yo la sienta sincera, que yo halle esa esperanza, han pasado muchos días, interminables noches de tristeza, días cálidos y fríos y he sentido solo el abrigo de la soledad y la compañía de tus recuerdos... he escuchado decir la vida es así  todo pasa, todo se supera, que fácil es decirlo que difícil es vivirlo, aun no lo sé no lo comprendo, no lo acepto, no se hacerme a la idea... solo sé que mis días han cambiado que tu ternura infinita he pasado añorarlas, que tus palabras no las oigo mas, y eso es algo que me carcome el alma que este dolor no cesa, quizá se me haga costumbre el resto de mi vida a no verte, pero nunca sera igual como antes, porque algo de mi, algo muy grande se fue contigo, algo esencial, te fuiste TU y esta impotencia me duele, pero fue la voluntad de Nuestro Salvador, y yo soy una simple mortal que le pido un día cruzar este horizonte o este vació no lo se, que nos separa y un día reunirnos mas allá de esta simple, cruel y vana vida terrenal.  ese día se que llegara mami Milda mientras seguiré inmortalizando tus recuerdos, amándolos, y añorandolos cada segundo... ¡te amo!. 

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